En un análisis retrospectivo, el estudio publicado por Laperque et al. mostró oclusión de grandes vasos en pacientes con infección por SARS-CoV-2 y enfermedad aterosclerótica leve. Todos los pacientes presentaban factores de riesgo cardiovasculares (FRCV) y el retraso entre los síntomas respiratorios del COVID y el ACV fue de 11 días.
En estos pacientes se evidenció un gran trombo en la arteria carótida interna extracraneana con ateroma subyacente leve no estenosante. La evidencia actual sugiere que los pacientes con COVID-19 con estenosis carotídea tendrían un riesgo mayor de desarrollar eventos tromboembólicos cerebrovasculares graves y sería útil evaluar rutinariamente la aparición de signos sugestivos de ACV isquémico durante la infección por COVID-19, principalmente en pacientes con FRCV o lesiones ateroscleróticas subyacentes.
Laperque, B, et al. Eur J Neurol 2020; 27: 2308–2311.